Introducción

Laura Gherlone

En esta segunda parte del Dossier dedicado a Iuri Lotman presentamos ocho escritos que abrazan los cuarenta años de su producción intelectual, desde 1957 ─cuando se sientan las bases del ensayo a seis manos “Las etapas fundamentales de desarrollo del realismo ruso”[1]─ hasta 1993, el año de la muerte, poco antes de la cual dicta, ya ciego, el artículo “Sobre el ‘realismo’ de Gógol”.

El lector encontrará un corpus orgánico de cinco reflexiones que se vinculan, por un lado, al interés de Lotman por la génesis de la literatura rusa en su (sorprendentemente célebre) maduración ─interés que, como hemos subrayado en la introducción a la primera parte del Dossier, inauguró dedicando sus estudios doctorales a la figura del escritor ilustrado Aleksandr N. Radíshev (1952) y la época pre-decembrista (1961)─ y, por otro lado, a su aspiración a situar la literatura rusa en una más amplia historia de las ideas. Se trata de “Las etapas fundamentales de desarrollo del realismo ruso” (Основные этапы развития русского реализма, 1960); “Las fuentes de la ‘orientación tolstoiana’ en la literatura rusa de la década de 1830” (Истоки «толстовского направления» в русской литературе 1830-х годов, 1962); “La idea de desarrollo histórico en la cultura rusa de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX” (Идея исторического развития в русской культуре конца XVIII — начала XIX столетия, 1981); “El espacio argumental en la novela rusa del siglo XIX” (Сюжетное пространство русского романа XIX века, 1988); “El problema de la influencia bizantina en la cultura rusa desde una perspectiva tipológica” (Проблема византийского влияния на русскую культуру в типологическом освещении, 1989)[2].

Esta perspectiva sería fructífera, según Lotman, para identificar los rasgos particulares y al mismo tiempo universales de la “rusidad” (русскость) en su perpetuo diálogo transhistórico con las otras culturas del pasado y el presente: un diálogo que siempre implica un enriquecimiento porque “muy pronto las nuevas ideas dejan de ser ‘ajenas’ y se convierten en ‘propias’” (Lotman 2021[1989], así actuando una transformación vital que a su vez se extiende más allá de las fronteras geográficas y lingüísticas[3].

Esta dinámica dialógica ─propia de la comunicación intercultural─ se basa en un concepto que sustenta toda la obra de Lotman, a saber lo “proprio” y lo “ajeno”. Por eso, aquí proponemos la traducción de “El ‘segregado’ (изгой) y la ‘segregación’ (изгойничество) como condición sociopsicológica en la cultura rusa, especialmente del período prepetrino”[4]: se trata de un escrito de 1982, redactado junto con Borís Uspenski, que vincula la antigua noción eslava de izgóinichestvo (es decir, segregación)[5], a la dinámica cultural. Ésta sería una condición existencial que, en la antigua Rusia, se atribuía a personas (изгои) caídas en desgracia e indignas de formar parte de la comunidad (un comerciante arruinado, un sujeto con trastornos mentales, un mendigo), pero también a individuos que elegían intencionalmente romper con la sociedad “legítima” (como el bandido, el insubordinado, el rebelde, el chamán, el brujo, incluso el profeta) y insinuar en ella un pensamiento diferente, crítico, “desobediente”, casi clarividente. Aunque el ensayo se enfoca principalmente en la figura del izgói hasta el siglo XVI-XVII[6], Lotman y Uspenski se refieren al izgóinichestvo para definir todas aquellas situaciones sociales en las cuales una persona o una comunidad portadoras de una cultura ajena, por un lado, se encuentran “en la periferia” ─lejos del centro cultural, incluso desde un punto de vista espacial, y en una condición de incomunicabilidad y aislamiento─ y, por otro lado, actúan como una ajenidad creadora que desarticula el orden establecido.

La idea de un sujeto (individual y colectivo) que “rompe el molde” e introduce una novedad disruptiva en la cultura en forma de textos es la base de “El arte en la intersección de estructuras abiertas y cerradas” (Искусство на пересечении открытых и закрытых структур, 1993) y “Sobre el ‘realismo’ de Gógol (О «реализме» Гоголя, 1993). En estos dos artículos Lotman retoma plena y definitivamente el tema de la creación artística, que lo había impulsado desde sus “primeros pasos” estructuralistas, para vincularlo a las inquietudes epistemológicas y existenciales que lo preocuparon hasta los últimos días de su vida: la semiosfera como espacio de conocimiento poliglota y “volumétrico” (объемный) donde la contradicción tiene un papel cardinal,  la función de la impredecibilidad en la dinámica cultural y su relación con la memoria colectiva, el problema de la verdad, la apariencia y lo que yace en la “extra-realidad” en un tiempo que es solo aparentemente lineal y progresivo, el rol social del artista que, es su “Gólgota voluntario” (Lotman 2021[1993], sabe abrir nuevos caminos, transformando lo “ajeno” en algo familiar y convirtiendo lo familiar en extraño.

Finalmente invitamos el lector, a través de las palabras de la filóloga Tatiana Kuzóvkina (que durante años trabajó junto a Lotman como auxiliar de investigación), a explorar el “mundo lotmaniano” con sus extraordinarios archivos, cuyo trabajo de catalogación no se ha todavía terminado. En el artículo “El archivo de Iu. M. Lotman y Z. G. Mints: veinte años de existencia” (Архив Ю. М. Лотмана и З. Г. Минц: 20 лет существования) ─escrito para el presente Dossier─, Kuzóvkina nos ofrece una panorámica del valor heurístico de este material archivístico, que representa no solo una fuente inestimable de documentos científicos sino un testimonio inmersivo de y en la biografía de los cónyuges Lotman, su red de relaciones familiares y académicas, la historia intelectual de la escuela de Tartu-Moscú y del mundo socio-político y cultural de la época[7].

Agradecimientos

Queremos agradecer a todos/as los que hicieron posible este Dossier sobre Lotman en su Centenario, en particular a Mijaíl Lotman, Tatiana Kuzóvkina, los y las investigadores del Archivo Lotman de la Universidad de Tallinn (https://www.tlu.ee/juri-lotmani-semiootikavaramu) y, en particular, a Merit Rickberg y a la Agencia Literaria Elkost.

 Referencias bibliográficas

Giuliani, Rita. 2005. Русский вопрос в конце XX века глазами филологов (La cuestión rusa a finales del siglo XX a través de los ojos de los filólogos), Toronto Slavic Quarterly, № 12, II. Puede verse aquí,

Lotman, Iuri. 1992. Культура и взрыв (Cultura y explosión). Gnozis.

Lotman, Iuri, Mints, Zara y Egórov, Borís. 2018. Переписка 1954-1993 (Correspondencia 1954-1993). Poligraf.

Lotman 2021[1989]. El problema de la influencia bizantina en la cultura rusa desde una perspectiva tipológica, Eslavia, № 8.

Lotman 2021[1993], Sobre el “realismo” de Gógol, Eslavia, № 8.

Magocsi, Paul R. 2010. A History of Ukraine: The Land and Its Peoples. University of Toronto Press.

Notas

[1] Este ensayo, escrito con la esposa Zara Mints y el amigo de toda la vida Borís Egórov, fue publicado, después de tres años de gestación, en 1960 en los Trabajos de Filología Rusa y Eslava (Труды по русской и славянской филологии. III. Ред. Б. Ф. Егоров. – Тарту, 1960. (Учен. зап. Тартуского гос ун-та; вып. 98)).

[2] Estos ensayos se incorporan a los propuestos en la primera parte del Dossier y que ponen de relieve la capacidad de Lotman para vislumbrar ─a través de lo que él llama “comparaciones tipológicas”─ los vínculos semiótico-culturales entre escritores y movimientos literario-artísticos de diferentes épocas.

[3] Si esta apertura no ocurriera, sería la muerte para la cultura rusa, como subraya Lotman en su penúltima monografía Cultura y explosión (1992). Para una profundización sobre esta temática véase Giuliani (2005).

[4] No por casualidad, el ensayo se subtitula “Lo ‘propio’ y lo ‘ajeno’ en la historia de la cultura rusa”.

[5] Se trata de un concepto difícil de traducir, que podría ser expresado también como “marginación” o “degradación” (la condición de ser paria). El llamado izgoi ─como subraya el historiador y especialista en estudios ucranianos Paul R. Magocsi (2010: 94, trad. mía)─ era “un conjunto heterogéneo de personas, entre las que se encontraban príncipes sin territorio, hijos de sacerdotes que no sabían leer ni escribir, comerciantes que habían quebrado y esclavos que habían comprado su libertad. En resumen, los izgoi eran personas cuya condición social había cambiado y que, por tanto, no encajaban en el orden social existente”.

[6] Es decir, el período que precede a la occidentalización de Rusia impulsada por Pedro I (1672-1725). Este ensayo está influenciado por el intenso diálogo intelectual entre Lotman y Uspenski, especializado en la historia de la lengua de la Rusia pre-moderna.

[7] Para una profundización véase la correspondencia, recientemente publicada, entre Lotman, Mints y Egórov (Lotman et al. 2018).

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