Una «cometamanía» rusa

 Gerard Hofman

En esta introducción al cuento “Dos días en la vida del globo terráqueo(1825)[1] del príncipe Vladímir Odóievski (1803-1869) hablaremos primero del cometa como tema literario y fenómeno popular alrededor de 1832, el año en el que el cometa 3D/Biela se acercaba a la Tierra. Luego, daremos algunos antecedentes histórico-literarios del cuento. El empleo de diferentes estilos literarios como característica distintiva parece ser una síntesis entre el idealismo (romanticismo) de la era Liubomudrie (hasta 1825)[2] y un tono más realista de las obras posteriores, ya maduras, de Odóievski.

 1. La ‘cometamanía’

Los cometas han sido un motivo recurrente en la literatura rusa durante siglos. Ya en el año 912, el cometa Halley se menciona en varias crónicas rusas, entre las que se encuentra el Códice de Laurencio:

«Verano de 6419. Aparece una enorme estrella en el oeste, con forma de lanza»[3].

En esos tiempos, los cometas todavía eran vistos como presagios de desastres, calamidades y de la ira de Dios. Según un poeta desconocido, un cometa predijo la muerte del zar Fiódor Alekséievich:

en el verano de 21 las flores caerán mortalmente,
en el mes del color darán su color al cielo
El malicioso día 27 trae el cometa,
Llevará al zar ruso a la tumba
[4]

Recién a finales del siglo XVII los cometas empezaron a considerarse más desde una perspectiva científica. Cuando apareció un cometa en diciembre de 1680, el filósofo y publicista francés Pierre Bayle hizo un breve trabajo sobre la superstición que rodeaba los cometas. En sus Pensées diverses écrites à un docteur de Sorbonne à l’occasion de la Comète qui parut au mois de décembre 1680 [Pensamientos diversos escritos a un médico de la Sorbona con motivo del cometa que apareció en diciembre], afirma que los cometas no son más que fenómenos naturales:

“Por eso no puedo entender cómo un gran doctor como usted, que solo por haber predicho con exactitud el regreso de nuestro Cometa debería estar convencido de que son cuerpos sujetos a las leyes ordinarias de la naturaleza y no prodigios que no siguen regla alguna, se ha dejado llevar por la corriente e imagina como el resto del mundo, a pesar de las razones esgrimidas por el pequeño número de elegidos, que los cometas son como heraldos de armas enviados por Dios para declararle la guerra al género humano”.[5]

Desde el siglo XVIII, el cometa comienza a ser estudiado desde una perspectiva científica natural. Sin embargo, el peligro no ha pasado. Ahora es el propio cometa el que causa miedo. Al estrellarse contra la Tierra, puede acabar con la humanidad. En todas partes se realizan cálculos sobre qué tan cerca puede llegar un cometa a la Tierra. Voltaire no se toma muy en serio el miedo al fin del mundo predicho el 20 de mayo de 1773. Según él, hay mucha especulación y señala que el fin del mundo ha sido predicho desde la antigüedad pero que es producto de la fantasía humana:

“Los habitantes de París no abandonarán su ciudad el 20 de mayo; harán canciones, y representaremos “El cometa y el fin del mundo” en la Opera Comique”.[6]

Esta situación parece repetirse en la segunda mitad de la década de 1820, cuando se divulga en Europa que en 1832 el Cometa Biela (también llamado Halley o Bela) está a punto de acercarse a la Tierra[7]. La humanidad parece trastornada. Empiezan a surgir teorías y cálculos que podrían apuntar a un pronto final del mundo. El término “cometa” se convierte en una especie de lema. En ese momento, el término se utilizaba a menudo en almanaques literarios, revistas y periódicos de todo el mundo. Por ejemplo, Argentina también tuvo varios periódicos con títulos significativos como El Cometa, El Cometa de Buenos Aires, El Cometa de 1832 (¡publicado en 1831!) y El Cometa Argentino (1831-1832)[8].

El cometa como fenómeno apocalíptico también provocó miedo y despertó interés en Rusia. Turián menciona en su biografía de Odóievski una carta de su madre en la que ella escribe que ha leído la historia “Dos días en la vida del globo terráqueo” y está preocupada por el cometa:

Gracias, querido amigo, príncipe Vladímir, por la atención que prestas a mi tranquilidad. Recibí el libro sobre el cometa, lo leí, y confieso que no estaba nada tranquila cuando vi que el cometa podía dañar la ciudad costera. Naturalmente, me imaginaba cómo sería San Petersburgo en una situación así. Recibí tu carta el 17 de octubre y constantemente esperaba la aparición del cometa, pero aparentemente su trayectoria se dilató, como se dice en la descripción; por tanto, debería esperarse para el 18 de noviembre. Que Dios permita que pase sin causar daño, aunque confieso que estoy muy asustada con este fenómeno[9].

Varios autores menos conocidos y ahora olvidados publicaron trabajos en los que el cometa juega un papel protagónico. En 1833 se publicó un almanaque literario (se desconoce el editor) con el nombre de Kometa Beli, en el cual, además de un cuento de Vladímir Odóievski (bajo el seudónimo de Vl. Glinski), también figura el cuento “El Cometa de Halley”, del historiador y editor Mijaíl Pogodin (1800-1875)[10]. Esta historia describe la caída en desgracia del astrónomo Halley como resultado de un cálculo incorrecto de la órbita del cometa. El astrónomo es retratado como un típico héroe romántico incomprendido y tiene muy poco en común con el histórico astrónomo británico Edmund Halley (1656-1742)[11].

Otra historia interesante es “El Cometa de 1832”, de Iván Guriánov (1791-1854), en la que se retrata la discusión y el miedo del público a un cometa totalmente destructivo y donde se expresa una gran desconfianza hacia la ciencia.[12].

Una discusión bastante similar se lleva a cabo en la obra dramática Charlas de unos habitantes de Moscú sobre el cometa de 1832 y en el cuento corto fantástico “El Viaje al Sol y al planeta Mercurio y a todos los mundos visibles e invisibles”, de Dmitri Sigov[13].

Finalmente, está el almanaque Meteor, en cuyo prefacio Fiódor Soloviov describe el miedo de la población ante un meteoro. Según el autor, un meteoro es algo de lo que no se debe hablar[14].

El cometa también se utilizó como metáfora. Aleksandr Pushkin definió a un tipo de mujer ideal que no se adhiere a las normas sociales como «bezzakonnaya kometa» (literalmente, «un cometa sin ley»)[15].

Una referencia irónica a esta cometomanía se puede encontrar en la descripción de Vladímir Odóievski del cometa como un dispositivo de moda, no desprovisto de efectos especiales:

“Algunas damas llevaban tocados à la comète, compuestos por un pequeño dispositivo eléctrico que desprendía incesantes chispas. Noté cómo esas damas, por coquetería, trataban de caminar más tiempo por la sombra para ostentar la magnífica borla eléctrica que hacía las veces de estela y que, cual pluma brillante, adornaba sus cabellos y confería a sus rostros un singular matiz”.[16]

2. El cuento “Dos días en la vida del globo terráqueo

El príncipe Vladímir Odóievski mostró un gran interés por las ciencias naturales y los cometas. Publicó en 1840 su relato futurista “El año 4338, Cartas de Petersburgo”.[17] Pero esto era no la única obra con un cometa como protagonista. En 1828 publicó en el almanaque Moskovski Vestnik[18] el cuento corto “Dos días en la vida del globo terráqueo”. Según Marietta Turián, fue la primera contribución de Rusia a lo que terminaría siendo una verdadera ‘cometamanía’. Turián también indica que, en ese momento, en Rusia los primeros artículos científicos sobre cometas solo circulaban a través de revistas alemanas.[19] Al igual que en “El año 4338”, la humanidad corre peligro de ser destruida por un cometa. El cuento es corto, no tiene más de cinco páginas y consta de tres partes escritas en diferentes estilos.

La primera parte está escrita como una historia de salón. Allí, en una velada de la condesa B. para la alta nobleza, se describen diferentes opiniones sobre la amenaza de un cometa. El tono es bastante irónico, se retrata a la nobleza como superficial (a los nobles solo les interesan las cartas, los matrimonios arreglados y los chismes; un silencio es algo mortal) y desconocedora de la lengua rusa. Esto se ilustra con todo tipo de frases en francés en el texto (par orginalité en Fi donc – mauvais genre![20]). Esta sección termina cuando la condensa les pide a los presentes que escriban sus pensamientos sobre el cometa en una hoja de papel. La segunda y tercera parte muestran dos de esos escritos.

La segunda parte consta de tres secciones y su estilo sigue siendo bastante realista. En primer lugar, diversos científicos prevén un desastre mayor. A pesar de sus teorías y diferentes puntos de vista, parecen saber poco sobre el cometa. Luego, hay un diálogo entre padre e hijo en el que el padre anciano cree firmemente que el miedo es infundado y que no es el momento de que la humanidad desaparezca.

“(…) la Tierra aún no ha alcanzado su madurez; me lo asegura un sentimiento interior…”[21]

El escritor parece decir que el sentido común aún persiste en el pueblo, metaforizado por el anciano. La ciencia (ciega) va en contra del pueblo (sabio). La tercera sección es una escena de la naturaleza que recuerda los dos últimos movimientos de la sinfonía pastoral de Beethoven.[22] Primero estalla una violenta tormenta y luego el cielo se aclara nuevamente. El cometa se aleja entonces de la Tierra. Aquí termina la segunda parte.

La enigmática tercera parte proporciona una idea alternativa en la que no aparece ningún cometa. Describe un mundo totalmente armonioso en una especie de estado de calma, un banquete de naturaleza que termina debido a la fusión con el sol. Un futuro lejano como lo imaginó el filósofo alemán Friedrich Schelling[23], muy popular en la época de Odóievski, y, según Sakulin, el sueño dorado (zolotaia mechtá) de los miembros de la Liubomudrie[24].

¿Qué podría haber motivado a Odoievski a escribir tan abiertamente en dos o quizás tres estilos diferentes? Lo primero que se debe tener en cuenta es que hay una gran diferencia entre el momento en que la historia fue escrita, en 1825, y el año en que fue publicada en la revista Moskovsky Vestnik, en 1828. Entre esos años, Odóievski gozó de una especie de tiempo sabático literario. Una razón se vincula con su incómoda posición relacionada con el levantamiento de los decembristas en 1825. Antes de este levantamiento, Vladímir Odóievski había sido, junto con el poeta Wilhelm Küchelbecker (1797-1846)[25], editor del almanaque Mnemosina, del que se publicaron cuatro números entre 1824 y 1825. En ese momento, Odóievski formaba parte de la sociedad secreta Liubomudrie, sociedad que estudió y adhirió con entusiasmo a la filosofía idealista alemana y a la de Friedrich Schelling en particular[26]. Es probable que el almanaque dejara de publicarse porque muchos contribuyentes tomaron parte activa en el levantamiento y fueron enviados al exilio después de haber sido aplastados por las tropas del flamante zar Nicolás I. Entre ellos estaban Wilhelm Küchelbecker y el primo de Vladímir, el poeta Aleksandr Odóievski (1802-1839)[27]. Vladímir Odóievski probablemente logró escaparse de las sospechas dedicándose a su carrera de funcionario. En 1826 se había trasladado de Moscú a San Petersburgo[28].

Los miembros de Liubomudrie que no participaron en el levantamiento de 1825 volvieron a publicar sus obras en el almanaque Moskovski Vestnik de Mijaíl Pogodin, del que se publicaron doce números entre 1827 y 1829. Este almanaque fue un posible sucesor de Mnemozina, al menos para Odóievski. En la primera publicación de “Dos días en la vida del globo terráqueo” figura el año 1825 como fecha de escritura, año que se corresponde con el de la última publicación de Mnemozina. Aparte de esto, aquí Odóievski utiliza el pseudónimo Kallidor. Ese mismo nombre tiene el protagonista (un miembro elegido de un templo oriental) del cuento (apólogo) “El Demonio Nuevo”[29], que fue publicado en el último número de Mnemozina antes de su cierre definitivo.

También el trágico final a causa de la tubercolosis del joven poeta Dmitri Venevítinov (1805-1827)[30], secretario de la Liubomudrie, tuvo su reflejo en el cuento de Odóievski. Ambos cooperaban con Moskovski Vestnik. Llama la atención que la tercera parte del cuento “Dos días en la vida del globo terráqueo” tenga similitudes sorprendentes con el final de Anaxágoras de Venevítinov, que representa un diálogo entre los filósofos Anaxágoras y Platón que podría ser perfectamente una grabación de un debate filosófico entre los miembros de Liubomudrie[31]. Este diálogo proporciona también un apocalipsis positivo donde la Tierra se une con el Sol:

Venevítinov (“Anaxágoras”):

Entonces, que la profecía del antiguo Egipto se haga realidad. ¡Dejemos que el sol se trague nuestro planeta, que los elementos hostiles saqueen las distintas partes que lo componen! Desaparecerá, pero habiendo cumplido su propósito, ¡desaparecerá como un sonido claro en la armonía del universo![32]

Odóievski (“Dos días en la vida del globo terráqueo”):

Lentamente, la Tierra se acercaba al Sol, y un calor no abrasador, semejante al fuego de la inspiración, se extendía por ella. Un instante más y lo celestial se convirtió en terrenal, y lo terrenal, en celestial. El Sol se transformó en la Tierra, y la Tierra, en el Sol.[33]

El diálogo de Venevítinov fue publicado en 1830 en el almanaque Denitsa, dos años más tarde que el cuento de Odóievski. Quizás estas escenas fueron el tema de un antiguo debate entre los amigos de Lubomudrie que más tarde encontró sus formas literarias.

Se sospecha que la historia está compuesta de tres bocetos diferentes, cada uno de los cuales debería ser originalmente una obra independiente (el archivo del autor está lleno de este tipo de fragmentos). La primera parte, de un estilo más realista, debe haber sido escrita luego de 1825. Las dos últimas escenas tienen que haber sido creadas anteriormente, porque son más parecidas al estilo idealista y abstracto de los distintos apólogos que Odóievski escribió para el almanaque Mnemozina. Esto no es más que una hipótesis, pero es cierto que Odóievski no tuvo problemas en crear una obra literaria por medio de reciclaje de textos o fragmentos originalmente destinados a otros proyectos. La heterogeneidad y la naturaleza fragmentaria de su obra posterior (y la de muchos de sus contemporáneos) son un buen ejemplo de ello. Lo fragmentario es directamente una característica típica del romanticismo literario. Todavía no se ha realizado ningún estudio más extenso sobre la estructura de la obra literaria de Vladímir Odóievski que pueda capturar la cocina literaria del romanticismo ruso, que parece haber sido el laboratorio de los grandes autores clásicos del realismo ruso que surgieron más tarde en el siglo XIX.

Justo cuando finalmente se lleva a cabo la traducción de la obra literaria de Odóievski, la traducción de este cuento sigue teniendo un lugar especial. Es una historia escrita originalmente (si el año 1825, que se consigna en su publicación, es correcto) en el período temprano del escritor, que consistió principalmente en contribuciones al almanaque Mnemozina en forma de apología.[34] Para el escritor, estas contribuciones deben haber sido nada más que ejercicios de escritura, porque nunca se volvieron a publicar, ni siquiera en la obras completas de 1844 editadas por el propio Odóievski.[35] Hasta donde sabemos, estas historias nunca se han traducido.

Una feliz excepción es “Dos días en la vida del globo terráqueo”. Ya en 1977 y en 1989, el cuento fue reeditado en ediciones rusas. La primera traducción alemana apareció en 1990 en el número de una revista sobre ciencia ficción rusa dedicada a Odóievski. El experto en literatura rusa Neill Cornwell tradujo la historia y la incluyó como apéndice en su última colección de ensayos sobre Odóievski. También existe una traducción al francés editada por un círculo de traductores. Con la traducción de Alejandro Ariel González ahora también se ha hecho accesible al público de habla hispana[36]. Con suerte, a algún editor se le ocurrirá en el futuro la idea de publicar una colección completa de la obra de Odóievski, lo que también podría ser un impulso para una mayor investigación en torno a su obra literaria. Llama la atención que, según los pocos expertos en Odóievski que existen, su trabajo no ha perdido relevancia en la actualidad y merece ser difundido.

Obras de Vladimír Fiódorovich Odóievski

Ediciones del cuento “Dos días en la vida del globo terráqueo”

Traducción al español: “Dos días en la vida del globo terráqueo”, en Eslavia 6,  traducción de Alejando Ariel González, Buenos Aires, 2020. https://eslavia.com.ar/el-ano-4338/ (consultado el 7/11/2020).

Original en ruso, 1832: “Dva dni v zhizni szemnogo shara (Dos días en la vida del globo terráqueo)”, en Moskovski Vestnik X, Moscú, 1828, pp. 120-128. Puede verse aquí (consultado el 7/11/2020).

Original en ruso, 1977: Odóievski, Vladimír Fiódorovich, “Dva dni v zhizni szemnogo shara” [Dos días en la vida del globo terráqueo], U svetlogo yara Vselennoi”, Pravda, Moscú, 1989. Puede verse aquí (consultado el 7/11/2020).

Traducción al inglés: “Two Days in the Life of the Terrestial Globe”, traducción de Neil Cornwell, véase Cornwell 2010, pp. 149-154.

Traducción al francés: “Deux jours dans la vie du globe terrestre”, traducción de Patrice y Viktoria Lajoye, en Vladimir Odoïevski, La Cité sans nom, Lisieux, 1914.

Traducción al alemán: „Zwei Tage aus der Geschichte der Erde“. Erzählung. S. 36-39, en Stern des Ostens, Magazin für russische und sowjetische Science Fiction 1, 1990, pp. 36-39.

Otras obras:

– El Año 4338, Cartas de Petersburgo, en Eslavia 5, traducción de Alejando Ariel González, Buenos Aires 2020, https://eslavia.com.ar/el-ano-4338/ (consultado el 7/11/2020).

4338-god, texto ruso online con epílogo y notas de E. Yu. Jin, 1959. Puede verse aquí  (consultado el 14/11/2020).

– “Novi Demon” [Demonio nuevo], en Mnemozina IV, Moscú, 1825, pp. 38-41. Puede verse aquí (consultado el 7/11/2020).

Bibiliografía

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Cornwell, Neil, V.F. Odoyevsky, His Life, times and milieu, The Athlone Press, London, 1986.

Cornwell, Neil, Odoyevsky´s four pathways into modern fiction, Manchester University Press, Manchester and New York, 2010.

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Hofman, Gerard, Een wolkbreuk van klank, zo klankloos opgestegen, Muziek in het literaire oeuvre van vorst V.F. Odoevskij [Una nube de sonido, subió tan silenciosamente’, La música en la obra literaria del Príncipe V.F. Odóevski], Tesis para obtener el título de Magister en Literatura Eslava de la Universeit van Amsterdam, Amsterdam 2009.

Moyano, Julio E., Del Estado al mercado. Los primeros modelos periodísticos en Buenos Aires y el Interior del país, entre la Revolución de Mayo y la Organización Nacional (1810-1862), Universidad Nacional De La Plata, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Doctorado En Comunicación, La Plata, 2018. Puede verse aquí (consultado el 7/11/2020).

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Sakulin, Pável Nikítich, Iz istorij russkogo idealizma. knjaz´ V.F. Odoevskij, myslitel-pisatel [De la historia del idealismo ruso, príncipe V.F. Odóievski, pensador y escritor, tomo 1], Moscú, 1913, parte 1.2, aquí (consultado el 7/11/2020).

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Weh, Michael, Identität der Identität und Differenz von Raum und Zeit bei Schelling mit Blick auf die Relativitäts- und Quantentheorie [Identidad de la identidad y diferencia de espacio y tiempo en Schelling con miras a la relatividad y la teoría cuántica], Dissertation zur Erlangung des akademischen Grades eines Doktors der Philosophie im Fachbereich Erziehungswissenschaft und Humanwissenschaften der Universität Gesamthochschule Kassel, Kassel , 2003. Puede verse aquí (consultado el 7/11/2020).

Weststeijn, Willem G. ‘Het Jaar 4338’ van vorst Vladímir Odojevski, en Russische Literatuur, Amsterdam, 2004, pp. 80-90.

Notas

[1] El profesor de letras eslavas (especialista en Velimir Jlébnikov) y traductor neerlandés Willem Weststeijn nombra en su ensayo sobre la novela El año 4338 de Odóievski cuatro obras que entran en la categoría (anti) utópica futurista, donde se describe el fin de la humanidad. Estas obras son “La ciudad sin nombre(1839, incluido en la novela Noches rusas en 1844), “El último suicidio(1844, incluido en la novela Noches Rusas), “El año 4338(1840), y “Dos días en la vida del globo terráqueo” (publicado en 1828), ver Weststeijn 2004.

[2] La Liubomudrie (palabra que, en ruso antiguo, significa “filosofía”) fue una sociedad secreta que existió entre 1823 y 1825. Sus miembros se ocuparon de cuestiones relacionadas con la filosofía (en particular, con la de F. Schelling), la estética y la literatura. El presidente fue Vladímir Odóevski y el secretario Dmitri Venevítinov. Los miembros publicaron principalmente en los almanaques Vestnik Evropi y Mnemozina. Después del levantamiento de los decembristas en diciembre de 1825, la sociedad se disolvió y todos los documentos relacionados con esta organización fueron quemados por Vladímir Odóievski.

[3] «В льто 6419. Явися звьзда велика на западе купиным [копеинымъ] образом.» Esta información se basa nuevamente en crónicas bizantinas del siglo VI. Los datos provienen principalmente del trabajo del conocido astrónomo ruso Danil Sviatski (1881-1940). Para obtener una descripción general de las apariciones astronómicas en la literatura rusa antigua y una historia interesante de la astronomía en la Rusia medieval, ver Sviatksi 1915 y 1966.

[4] который в летех 21 цветы смертно паде,
в цветнем месяце цвет свой небу даде
День той 27 всезлобный комета принесе,
росийским царем во гроб тяжко потрясе

Para más información sobre los cometas en la literatura traducida al ruso en el siglo XVII, ver Nikoláiev 1996.

[5] C’est ce qui fait que je ne puis pas comprendre comment un aussi grand Docteur que vous qui, pour avoir seulement prédit au vrai le retour de notre Comète, devrait être convaincu que ce sont des corps sujets aux lois ordinaires de la nature et non pas des prodiges, qui ne suivent aucune règle, s’est néanmoins laissé entraîner au torrent et s’imagine avec le reste du monde, malgré les raisons du petit nombre choisi, que les Comètes sont comme des Hérauts d’armes qui viennent déclarer la guerre au genre humain de la part de Dieu, Bayle 1749

[6] Les Parisiens ne déserteront pas leur ville le 20 mai; ils feront des chansons, et on jouera la comète et la fin du monde à l’Opéra Comique, etc, etc., ver Voltaire 1879

[7] Sakulin 1913, parte 1, p. 187, parte 1.2. p. 183. Turián 1991, p. 49. Biela se refiere al astrónomo y militar austríaco Wilhelm von Biela (1782-1856). En 1826, pudo calcular la órbita de este cometa, que tenía unos seis años. Descubierto por Charles Messier en 1772, el cometa se rompió en dos pedazos en 1846 y luego desapareció por completo. Existen teorías que indican que trozos de este cometa habrían sido la causa de varios incendios importantes en los Estados Unidos (Chicago, Peshtigo) en 1871.

[8] Ver Moyano 2018.

[9] Благодарю тебя любезный друг к.<нязь> Владимир за внимание которое ты имеешь к моему спокойствию. Книгу о Комете я получила, читала ее, и признаюсь нисколько не успокоилась видев что Комета может причинить вред приморскому городу. Натурально что я сейчас представила Питербу.<рг> Письмо твое получила 17го октября беспрестанно ожидала появления кометы но как видно путь ее замешкался что и сказано в описании, следовательно ожидать следует 18го ноября. Дай Бог чтобы она прошла без вреда а признаюсь что весьма робею сего явления, extraído de Turián (1991: p. 49).

[10] Mijaíl Pogodin es mejor conocido como periodista e historiador. Fue el editor de Moskovski Vestnik (1827-1829), almanaque literario en el que se publicó por primera vez el cuento de Odóievski aquí discutido. Muchos poetas del círculo de Aleksandr Pushkin publicaron en este almanaque, que también tradujo obras filosóficas de F. Schelling y las obras de Goethe y otros poetas alemanes. Años más tarde, Pogodin tomó un rumbo más eslavófilo.

[11] Pogodin 1833 y 2016. El propio autor indica en un epílogo que su historia no es más que una fantasía.

[12] Guryanov 2016. Fue un autor prolífico que escribió una amplia variedad de géneros, entre los que se cuentan la historia rusa, los relatos de viajes y las piezas de divulgación científica. Sus obras fueron populares entre la nobleza, la gente de provincia y los comerciantes. El conocido crítico Belinski le dio el título de “literato frizurni” que, según Reitblat, significa un tipo de autor que usó “materiales baratos para su ropa”, ver Reitblat 1993.

[13] Ver Sigov 2016. Dmitri Ivánovich Sigov (1800-1837) fue un escritor y funcionario minero. En 1833 se trasladó a la zona de Ekaterimburgo en los Urales. Escribió varias obras en prosa y publicó su propio almanaque. Su novela inacabada Raskolniki (1837) no pasó la censura debido al derramamiento de sangre, las malas costumbres y el fanatismo.

[14] Ver Soloviov 1832. Fiódor F. Soloviov es tan desconocido que no se sabe su patronímico. El almanaque Meteor consta únicamente de su propio trabajo. Un crítico de la Literaturnaia Gazeta emitió la siguiente opinión sobre esta obra: «Seis artículos en prosa, dos de los cuales son bastante notables, aunque contados en un estilo lento. Todos los poemas tienen un sello común de mediocridad” (Шесть прозаических статей, из числа коих две повести довольно замечательны, хотя рассказаны слогом вялым. Стихотворения все носят на себе одну общую печать посредственности)”, ver http://az.lib.ru/s/solowxew_f/about.shtml

[15] Turián 1991, p. 191, Ramkhe 2000

[16] Некоторые из дам носили уборки a la comete; {в виде кометы (франц.).} они состояли в маленьком электрическом снаряде, из которого сыпались беспрестанные искры. Я заметил, как эти дамы из кокетства старались чаще уходить в тень, чтобы пощеголять прекрасною электрическою кистью, изображавшею хвост кометы, и которая как бы блестящим пером украшала их волосы, придавая лицу особенный оттенок, ver Odóievski 2020 (“El Año 4338”, Eslavia 5) y 1959.

[17] Para una traducción completa de Alejandro González y mi introducción en Eslavia 5, ver Odóievski 2020.

[18] El mismo número de Moskovski Vestnik también incluía una traducción de un artículo de la revista francesa Journal des Debats titulado “El cometa de 1832”. Este artículo trataba de abordar la falsa astronomía apocalíptica de las revistas alemanas, ver Sakulin 1913 1.1. , p. 189. El texto de esta traducción se encuentra en Odóievski 1828, pp. 96-101.

[19] Turián 1991, p. 149.

[20] Odóievski 2020 y 1989.

[21] “Земля еще не достигла своей возмужалости, внутреннее чувство меня в том уверяет…”, Odóievski 2020 y 1989.

[22] Odóievski también utiliza un proceso similar en su historia «El baile» que se incluye en su novela filosófica Noches Rusas. Un análisis más completo de los conceptos musicales, especialmente el contrapunto, en la composición de sus obras literarias podría arrojar resultados fructíferos. Para obtener más información, véase Hofman 2009, pp. 76-77.

[23] Estos pensamientos se remontan a la Filosofía de la naturaleza de Friedrich Schelling. Sin profundizar demasiado en este asunto, el filósofo señala que la naturaleza consiste en «fuerzas» que se repelen y se atraen y aseguran la dualidad entre mente y materia. Lo ideal es que todas las fuerzas se vuelvan a unir y esta dualidad se levante, para que el sol y la tierra vuelvan a ser uno. Estos pensamientos de Schelling han vuelto a ser relevantes en las ciencias naturales y se utilizan en las teorías de la relatividad y la gravedad, ver entre otros: Schelling 1799 y la interesante disertación de Michael Weh, Weh 2003.

[24] Ver Sakulin 1913, 1.1, p. 189.

[25] Küchelbecker fue un poeta romántico de una familia alemana de la ciudad de Bautzen que se mudó a Rusia. Junto con Vladímir Odóievski fue el editor del almanaque Mnemozina, del que se publicaron cuatro números entre 1824 y 1825. Durante el levantamiento de los decembristas estuvo activo en la Plaza del Senado donde intentó dispararle al Gran Duque Miguel. Defendió un romanticismo ruso desprovisto de elementos extranjeros. Esto se reflejó en el uso de muchas palabras del ruso antiguo y del eslavo antiguo en su poesía. En 1925, Iuri Tyniánov (1894-1943) escribió un roman histórico sobre su vida titulado Kiújlia (referente al apodo juvenil de Wilhelm Küchelbecker).

[26] Ver los respectivos capítulos en las monografías Sakulin 1913, 1.1, Turián 1991, Cornwell 1986

[27] Aleksandr Odóievski se hizo más conocido por los poemas que escribió después de ser encarcelado tras el levantamiento de la Plaza del Senado en diciembre de 1825. Su frase más conocida es «Iz iskri vozrogiat plamia … (de la chispa nacerá la llama)», que formó la base del nombre y el lema de la revista revolucionaria «Iskra (Chispa)» fundada por Lenin. Por cierto, no murió durante su exilio. En 1839 fue indultado y sirvió en el ejército en el Cáucaso. Allí se hizo amigo de Iuri Lérmontov.

[28] El papel y la posición de Odóievski en la revolución decembrista sigue siendo un misterio por la falta de correspondencia y escritos al respecto.

[29] Cornwell 1986, p. 33, Odoievski 1825.

[30] Dmitiri Venevítinov fue también un poeta romántico de poemas en su mayoría contemplativos y filosóficos (un total de cincuenta), crítico y ensayista. Para él, el arte y la ciencia eran parte de la creación humana en contraposición a la naturaleza. Se inspiró fuertemente en la filosofía idealista de F. Schelling. Fue muy apreciado en el grupo alrededor de Pushkin.

[31] Ver Tartakóvskaia 1974, p. 26-30. Sakulin sólo menciona y cita Anaxágoras, Sakulin 1913, 1.1, p. 189-

[32] Тогда пусть сбудется древнее египетское пророчество. Пусть солнце поглотит нашу планету, пусть враждебные стихии расхитят разнородные части, ее составляющие! Она исчезнет, но совершив свое предназначение, исчезнет, как ясный звук в гармонии вселенной!, Venevítinov 1934, p. 138

[33] Тихо Земля близилась к Солнцу, и непалящий жар, подобный огню вдохновения, по ней распространялся. Еще мгновение – и небесное сделалось земным, земное небесным. Солнце стало Землею и Земля Солнцем… (*) Odóievski 2020 y 1989.

[34] Para una buena definición y discusión, consulte la versión en inglés de Wikipedia. https://en.wikipedia.org/wiki/Apologue

[35] Cornwell 1986, 37.

[36] Ver Odóievski 1990, 2010, 2014 y 2020.

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