Pablo Arraigada
Marzo de 2018. Todo comienza al recordar, mientras buscaba otras cosas, que estábamos casi a 100 años del surgimiento del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. Un dato anecdótico, que en general pasa desapercibido en los países donde tuvo lugar. Pero quedo el clic ahí, a la espera de algo.
¿Cómo darle forma a esto? No parecía encontrar una respuesta a corto plazo, sobre todo, porque no podía respondérmelo yo sólo. Como punto de partida, necesitaba cómplices, puede decirse. No tuve muchas dudas, las personas que podían formar parte de este proyecto tenían que sufrir, en algún grado, de ese mal conocido como <<ostalgia>> que bien lo plantea Ugrešić en su libro No hay nadie en casa:
<<La Ostalgia, un sentimiento complejo, por lo general no se satisface con la reconstrucción de réplicas de nuestros hogares abandonados en Europa oriental. El encuentro con la réplica suele provocar una mezcla confusa de desprecio, estupor, descontento, asombro, dolor: quién sabe todo lo que se agita en las almas traumatizadas de los exiliados>> (Ugrešić, 2009, p. 30)
El eco de esto en la idea de homenajear, de dar lugar al centenario del Reino sin lugar a dudas iba a generar opiniones variadas entre los miembros de esas comunidades. Por eso, debíamos mantenernos en una relación equilibrada con todos los aspectos, evitar rispideces con una zona en constante ebullición como son los pueblos de los Balcanes. Quienes conformáramos este proyecto debíamos tener en cuenta este importante detalle.
Junio de 2018. Charlas, intercambios de mails, asentar el proyecto, pensar opciones de fechas y lugares. Para poder llevar a cabo esto, contacté a las personas que estaban mejor preparadas sobre este tema y que podían sentir un interés genuino. Diego Gómez y Matías Figal, dos sociólogos y buenos amigos con un amplio conocimiento de aspectos de la zona, uno con una base sobre la zona de Serbia y el otro más cercano a los casos bosnios y croatas -ambos con una visión profesional, objetiva e imparcial que permitía un desarrollo correcto de las bases para armar la conferencia sobre el Reino-; a ellos decidió sumarse, muy gentilmente, la profesora Tjaša Lorbek, quien enseña esloveno en Buenos Aires y nos facilitó el vínculo con el Center za Slovenščino kot Drugi in Tuji Jezik y con la Universidad de Ljubljana, apoyo que aún le seguimos agradeciendo; y también Ignacio Hutin, quien desde su visión de cronista que ha recorrido esa zona pudo portar una experiencia sumamente valiosa.
Octubre de 2018. Organización, tiempos y destiempos. Llevar adelante estos eventos no es simple. Avales, flyer, gacetillas de prensa, empezar con cosas con las que no teníamos la debida cercanía. Pensar hacia dónde dirigirlo, quienes podían interesarse en dar su apoyo, cuál iba a ser el perfil y las actividades. El apoyo de la gente de la cátedra de Literaturas Eslavas de la Universidad de Buenos Aires fue fundamental, tanto para confirmar la Facultad de Filosofía y Letras como espacio para realizar la jornada, como por el apoyo en la organización. A su vez, nos extendieron los avales de la Sociedad Argentina Dostoievski (SAD) y de la revista Eslavia, que se sumaron al apoyo del Centro Argentino de Estudios Geopolíticos, uno de los impulsores de este proyecto. Por último, contamos también con apoyos provenientes de España, Eslovenia y Serbia. La Embajada Serbia en Buenos Aires no sólo nos dio sus avales, sino que enviaron a una diplomática a la conferencia. Por último, no podemos dejar de agradecer a los editores de Revista Ñ y a Bibiana Ruiz, quien cubrió la actividad y sacó una nota al respecto.
Diciembre de 2018. Tras varios preparativos, el día llega. Fue un 1 de diciembre, en 1918, cuando se conforma el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. Un proceso que comienza hacia fines de siglo XIX, con la búsqueda de mayor autonomía de los imperios (el Austro-húngaro y el Otomano) que regían los territorios de los Balcanes. Antecedentes como la independencia búlgara y también la albanesa, ligado a la situación en la zona por la Primera Guerra Mundial y las Guerras Balcánicas. Los hechos que se desencadenan desde marzo de ese año hasta la declaración del Reino en diciembre son muchos, que forman la identidad y permite la unificación de los eslavos del sur.
La convocatoria no iba a ser simple: no es un área donde haya muchas personas que investiguen o estén al tanto en nuestro país. Debíamos buscar la forma de estructurar esto, que sea equilibrado y pueda abordarse ese período. Con el material recibido, pudimos estructurar dos mesas: la primera, con un eje sobre la literatura y la cultura en el Reino; y, la segunda, sobre los aspectos históricos, sociales y políticos. Los trabajos del área de literatura fueron presentados por Eugenio López Arriazu (quien expuso acerca del movimiento paneslavista y cómo esto tuvo una repercusión directa en el territorio de los Balcanes-con un foco sobre Bulgaria y la obra de Hristo Botev-, lo que nos llevó a reflexionarlo como un antecedente a los anhelos independentistas en la zona), Julia Sarachu (quién se detuvo en la obra de Alojz Gradnik y Srečko Kosovel, su producción durante el surgimiento del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos y cómo se reconfiguró el territorio una vez finalizada la Primera Guerra Mundial) y también quien escribe esto (un trabajo pensando, desde la perspectiva marxista de Raymond Williams, la figura de la tradición y literatura, para reflexionar sobre las relaciones de escritores con el gobierno recién surgido). Por su parte, la mesa de aspectos históricos, políticos y sociales del Reino estuvieron a cargo de Nicolas Poljak (quien, desde su experiencia en el análisis de la historia militar, analiza la figura del Reino de Serbia y su vinculación al inicio de la Primera Guerra Mundial), Federico Ortega (con un muy ingenioso trabajo sobre un tema casi no abordado hasta el momento: los vínculos del recién creado Reino con la República Argentina durante la primera década, desde comunicaciones oficiales, intercambio de documentos, aspectos de migración, etc.) y Matías Figal (quien planteó uno de los conflictos en la nueva geopolítica tras la guerra con el conflicto, con respecto a la situación de Albania y la Liga de las Naciones). La respuesta del público presente ante las exposiciones, el intercambio de preguntas y opiniones fue mayor de lo esperado y enriqueció mucho todo el trabajo.
Por último, se cerraron las actividades con dos exposiciones, a cargo de Ignacio Hutin y Diego Gómez. Ignacio analizó los datos de color, efemérides y personajes más pintorescos de la región de los Balcanes, desde su experiencia por haber viajado por la zona. Diego, por su parte, analizó un pasaje por los diferentes gobiernos y acontecimientos históricos de la zona, su época comunista hasta la actualidad. El objetivo de esta mesa era pensar cómo fue el paso del centenario en las naciones que conformaban el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. Qué quedaba en el imaginario de estos pueblos de su primer gobierno independiente. Cómo están ahora, divididos y con nuevas prerrogativas –entrada a la UE, miembros de la OTAN, reconfiguración geopolítica y peso de las autonomías y nuevos deseos independentistas, etc.-, si aún queda un recuerdo, un anhelo hacia su pasado. Parece poco probable, por algo sólo la embajada serbia aceptó formar parte. Desde la embajada croata se agradeció la invitación, pero no participaron, mientras que los representantes de Eslovenia también dieron su agradecimiento, pero aclararon que no era un hecho que se festejase al día de hoy en su tierra. Un hecho llamativo, que nos ratificaron ese día: éramos los únicos que impulsamos una actividad para conmemorar el centenario del Reino. Ni siquiera en los respectivos países hubo mayores menciones sobre el tema ni actos oficiales. Nuevamente el eco de la autora croata ya citada: <<Por eso un acceso repentino de nostalgia sorprende a los ostálgicos en lugares que por lo general no son los suyos. Porque los caminos de la nostalgia son tortuosos e imprevisibles, como el propio destino>> (Ugrešić, 2009, p.32)
Bibliografía
_ Sotirović, Vladislav. (2014). «The 1917 Corfu Declaration and its Importance for the Creation of the Kingdom of Serbs, Croats and Slovenes in 1918». Vilnius: Institute of Political Sciences.
_ UGREŠIĆ, Dubravka (2009). No hay nadie en casa (trad. de Luis Fernanda Garrido Ramos y Tihomir Pištelek). Barcelona: Anagrama.