Traducción: Omar Lobos
¡Moscú, Moscú!… ¡yo te amo como un hijo,
como un ruso, fogosa y tiernamente!
Amo en tus canas el sagrado brillo
y este almenado, sosegado Kremlin.
Pensaba en vano el amo advenedizo
con el gigante ruso centenario
su cabeza medir… y con engaño
te derribar. En balde se ufanó
de tu derrota: ¡temblaste y él cayó!
El orbe está silente… Majestuosa,
sólo tú vives, blasón de nuestra gloria.