Leningrado

Ósip Mandelshtam

Traducción: Eugenio López Arriazu

Regresé a mi ciudad, que me sé hasta las lágrimas,
Hasta las venas, las pueriles, mórbidas glándulas.

Regresaste aquí, engullí entonces más rápido
De las farolas-ríos la grasa de pescado,

Mirá el día decembrino en que al siniestro
Alquitrán se mezcla la yema del huevo.

¡Petersburgo! ¡Morirme aún no quiero!
Tenés los números de mis teléfonos.

¡Petersburgo! Que aún tengo las direcciones
Por las que he de hallar de los muertos las voces.

Vivo en la escalera de servicio, y bate
Mis sienes un timbre arrancado con carne,

Y toda la noche espero a las queridas visitas
Moviendo de las puertas los grilletes-cadenitas.

Diciembre, 1930

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