Presentación

Eugenio López Arriazu

 No hay quizás un corpus literario europeo menos conocido para el lector argentino que el de la literatura búlgara. La razón es más que nada histórica: ocupada durante quinientos años por el imperio otomano, del lado perdedor en las dos guerras mundiales y detrás de la cortina de hierro hasta 1989, no ha tenido Bulgaria muchas ocasiones de darse a conocer. Sumemos a esto su lejanía, tanto cultural como geográfica en el borde de Europa, a orillas de Oriente, así como lo pequeño de sus dimensiones.

Sin embargo, la literatura de este país de los Balcanes no solo está al nivel de cualquiera de las más conocidas, sino que la cantidad de sus perlas rechaza cualquier enfoque enciclopédico. El mosaico que proponemos, entonces, para este dossier y el que le seguirá en el número de diciembre, sigue el criterio de la amistad y la arbitrariedad.

El artículo de Pablo Arraigada sobre la poesía búlgara propone un recorrido “Desde los orígenes de la literatura búlgara moderna a la primera revuelta antifascista mundial”. Tal recorrido permitirá también al lector situarse en el marco histórico. En el segundo dossier, completaremos este panorama con un artículo sobre la prosa búlgara que nos enviará desde Bulgaria la Dra. Ani Burova, profesora de la Universidad de Sofía y editora de la gaceta literaria Literaturen Vestnik.

En cuanto a los textos literarios, proponemos, primero, una selección de poemas “de pájaros” escritos por cuatro autores que van desde el fundacional Hristo Bótev (1848-1876) hasta Gueorgui Gospodínov (1968), recientemente galardonado con el premio Pulitzer por su novela Las tempestálidas. Los poemas se hacen eco, a veces se refieren, muestran así un entramado literario desde el interior mismo de las problemáticas e intereses de la literatura búlgara.

¿Cómo surgió esta idea? En ocasión de mi último viaje a Bulgaria el año pasado con motivo de mi gira por Eslovenia, Croacia, Serbia, Bulgaria y Bosnia y Herzegovina para investigar la recepción de Jorge Luis Borges en los Balcanes eslavos, participé de una conferencia donde expuse un trabajo comparando, precisamente, mi traducción del poema de Bótev con otro poema de “pájaros” de Konstanín Pavlov (1933-2008). Gospodínov estaba presente y me “regaló” dos poemas suyos de pájaros para el dossier. Van aquí ellos, más otro de Gueorgui Dzhágarov (1925-1995), junto con mi análisis.

Completan el panorama poético, histórico y contemporáneo, poemas de Nikolái Vaptsarov (1909-1942), Nadiezhda Radulova (1975), poeta y prosista múltiplemente laureada, a quien agradezco no solo el aporte de su obra para este dossier, sino su permanente buena disposición (nos conocemos desde 2019, cuando me ayudó en Sofía en mis primeros pasos con la traducción de K. Pavlov). Además de sus poemas, el lector encontrará tres de sus cuentos. Por último, poemas de Vasil Lozánov, a quien tuve la suerte de conocer en una librería cuando entré a consultar por las primeras traducciones de Borges al búlgaro. Vasil es profesor de español en el Instituto bilingüe “Miguel de Cervantes” de Sofía… acepté su invitación para charlar con los alumnos, cuyo español es excelente, sobre Borges. Y aquí viene el siguiente grupo temático del dossier.

Enterarse de cómo piensan los búlgaros a Borges nos permite acceder a su cultura desde un terreno conocido. Dos artículos sobre Borges por Rumen Stoyanov, uno de sus primeros traductores, fueron traducidos por los alumnos del Instituto Cervantes, bajo la supervisión de otra querida profesora, Galena Ráicheva. Se suma a ellos un sentido artículo de Anna Zlatkova, la primerísima traductora de Borges al búlgaro. Por último, el primer libro de cuentos de G. Gospodínov, cuya “Octava noche” perfila al autor contra el fondo de la “Séptima noche” de Borges, ha sido publicado en marzo pasado por primera vez en español. Además del cuento en cuestión, presentamos la reseña del libro en su conjunto (en la sección de reseñas) y un artículo sobre la intertextualidad con Borges del cuento recién mencionado. Ambos son de mi autoría.

Cierran el dossier el cuento “03:21” de Danny Radíchkov (1989), joven y prolífico autor, editor y gestor cultural, nieto de Yordán Radíchkov, una de las prosas maestras de Bulgaria, y un artículo de la Casa de la Literatura y la Traducción sobre su enorme labor de difusión de la literatura búlgara.