Selección de poemas de Vasil Lozanov

Traducción: Eugenio López Arriazu

Foto V. Lozánov

(Vasil Lozanov es licenciado en derecho, filósofo y profesor en el Instituto bilingüe «Miguel de Cervantes» en Sofía, Bulgaria. Aunque actualmente cursa un doctorado en Ética, en su tiempo libre le gusta encontrar la expresión artística en la admiración y creación de poemas, en la conducción de la serie cultural (inter alia) de un podcast (Ratio Podcast) y, más recientemente, en la fotografía tradicional.)

Octubre

octubre siempre me ha recordado a vos papá
a punto de desmoronarse en su granítica firmeza
como una fachada derruida que se mantiene en pie aunque no entera
y atestigua en los días de lluvia un tiempo ya hace mucho pasado
a punto de volver a ocurrir
veo tus manos en cada edificio papá
las mismas que recuerdo en absoluto como las mías
anchas fuertes y toscas desconocidas del lápiz y el papel
los edificios papá parecen alineados piedra por piedra
como antes alineabas tus puentes solo con la mirada
silencioso albañil que trabaja para la gloria de un faraón desconocido
así de religioso es octubre papá
un viejo arzobispo de ceño fruncido
rígidamente severo y reflexivo
distante de cualquier fuego mar o lago que aceche
igual que vos papá un extraño
que ayuda a los demás a cruzar el río
sin pisar nunca la otra orilla
octubre siempre ha sido tu mes papá
en su cielo veo las huellas de tus manos
en su voz oigo tu cincel

El hijo al constructor de puentes

a veces se para horas en la orilla
sin hacer vaya a saber qué
sin decir nada especial sin decir nada
si uno no mira bien no ve
el apenas perceptible encogimiento de sus hombros
lo toma por parte del paisaje una columna una ruina
un monumento al tiempo a la vera del camino o quizás incluso
no lo nota en absoluto
se para así por horas dos tres a veces más
sus ojos miran fijos algún lugar
que solo él ve que le pertenece
después ni siquiera respira solo se da vuelta
y se va a casa donde lo esperamos
mi madre le hace tantas preguntas
como estás qué hicieron hoy si está todo bien
sentate comamos juntos y se sonríe
y él solo responde: estuve construyendo
entonces solo por un momento quizás una lágrima rueda por la mejilla de ella
y solo entonces él se la seca con un rápido movimiento
aun así cruza un río
cuando era chico me llevaba consigo
entonces sus ojos eran más vivaces y cantaba señalaba
decía: hijito este es el lugar
el mejor sitio para cruzar el río
por aquí puede pasar un camino que acorte la distancia
entre esta ciudad y aquella en tantos minutos
en apenas dos cigarrillos y se reía
otra vez me contó sobre la piedra y el acero y sobre
las diferentes formas de vigas columnas arcos y cuerdas
no entendí nada por supuesto
pero esas conversaciones no eran en absoluto para mí
sus miradas palabras hechos siempre
le pertenecían solo a él
(pero recuerdo su risa más tosca y la aspereza de las manos
encallecidas por años de tanto acero y hormigón
las manos que tan bien conozco)
una vez solo una vez me compartió que su padre
había sido marinero y que todos los ríos se lo recordaban
lo dijo sin orgullo sin odio o sin ningún
sentimiento en absoluto de alguna manera simplemente lo dijo
recién ahora me acuerdo de esa tarde y
finalmente puedo comprender por qué elegí
convertirme en piloto.

La Ítaca imposible

En el fondo de un niño que sonría
siempre yace una Ítaca extraviada.
Una familiar y olvidada orilla
que recordás, mas ella no te aguarda.

Una mujer en la antigua ventana
susurra tu nombre por veinte años;
y el perro –con la voz ronca gastada–
aún espera ver de nuevo a su amo.

Te saluda entre las olas del mar
un niño, que ya en hombre ha devenido.
Ocupaste alguna vez su lugar,
pero ay: todo lo que ha permanecido

es del hogar perdido la memoria
y de algún olvidado rompeolas.

Cartas de amor de la Alhambra

qué significan todos estos jardines
si uno vaga solo por los laberintos
qué es el agua de esta fuente
si no hay con quien escuchar su voz
qué significan todas estas flores de cristal
de madera y de cerámica
para quién son
las torres y paredes de este palacio
qué significa cierta ciudad
en donde vivirá alguna vez
y alguna vez ha de morir un Federico
qué es una montaña de Tariq
o el amanecer sobre Al-Andalus
qué si vienen con sus tropas los infieles
qué si mañana llegan a estos muros
qué se van a llevar
cuando aquí nada vale ni un suspiro
sin vos