Gerard Hofman
(Este artículo está basado en una contribución a la mesa eslava en la 1era Jornada Nacional sobre Vampirismo, Cultura Popular y Academia el 12 y 13 de septiembre 2022 en Buenos Aires)
Introducción
El cuento Cosmorama (1840) de Vladímir Odóievski ocupa un lugar curioso en su obra literaria. Tras su publicación en la revista literaria Otecheskie zapiski (Los anales de la patria) (Odóievski 1840), no se volvió a publicar hasta 1988. Desde entonces, el cuento ha sido publicado, traducido y se le han dedicado varios estudios académicos.[1] Llama la atención que el autor no lo incluyó en sus obras completas en 1844 y tampoco recibió mucha atención de los críticos de la época, aunque se puede afirmar que es una obra cumbre de su prosa literaria (Cockrell 1999, pp. 133-134, Kiuno 2001, p. 79). Una razón posible es que el tema del adulterio y la carga erótica todavía era un tabú, no solo en la Rusia conservadora del zar Nicolás I sino también en la Unión Soviética[2]. Cosmorama es generalmente considerado como un cuento fantástico, un género donde lo sobrenatural, el ocultismo y la profundidad psicológica juegan un papel importante. Este género literario era popular en la época de publicación del cuento, y sus principales representantes eran E.T.A. Hoffmann (1776-1822), Charles Nodier (1780-1844), Edgar Alan Poe (1809-1849), Jan Potocki (1761-1815) y Nikolái Gógol (1809-1852). A pesar de que Odóievski a menudo es llamado el Hoffmann ruso, lo fantástico en su obra es muy diferente, pues incluye un número sorprendente de elementos realistas. El autor intenta explicar muchos de los hechos fantásticos de forma científica, prestando mucha atención al “interior del alma humana” que se manifiesta en momentos en que la mente se abre al inconsciente en un estado de trance, de embriaguez. En Cosmorama este estado es evocado de varias maneras, como, por ejemplo, mediante la fantasía infantil (un cosmorama es una especie de diorama que funciona como un espejo), durante el estado de sueño, el consumo de drogas[3], al experimentar con el mesmerismo (una forma de hipnotismo) (Kiuno 2001), tener alucinaciones causadas por fiebre, y escuchar música (una ópera). Particularmente en este cuento, las imágenes del alma son bastante oscuras. Los hombres, para el mundo exterior equilibrados y racionales, son retratados allí como depravados y criminales (el Tío, conde y el doctor Bin) y los personajes femeninos buscan satisfacer su lujuria (Elisa y Sofía). Una de las figuras oscuras y fantásticas más llamativas es la de un muerto viviente, un conde que literalmente resucitó de su ataúd en una iglesia y que el lector moderno puede asociar con un vampiro. Por otro lado, el protagonista, el yo-narrador, usa la técnica de la voz interior y tiene algunos rasgos “byronianos” que también podrían desenmascararlo como vampiro. Decimos “podrían” porque el autor no da ninguna indicación de que se trate de un vampiro real. La más concreta insinuación de que esta figura es un motivo presente en el cuento es la referencia a una ópera con el revelador título Der Vampyr, cuyo libreto, a su vez, se basa en la primera novela moderna de vampiros The Vampyre de John Polidori, médico personal de Lord Byron. En este artículo presentaremos inicialmente algunos detalles de esta ópera y de los dos textos literarios, y luego analizaremos a los dos posibles vampiros en el cuento de Odóievski Cosmorama.
Como ya mencionamos, la palabra vampiro es el nombre de una ópera que, de hecho, aparece en el cuento una única vez: “En el afiche leí: ‘El vampiro, ópera de Marschner”; no la conocía y escuché con atención los primeros cordones de la obertura” (Odoievski 2016, p. 333). Se trata de la ópera Der Vampyr (estrenada el 29 de marzo de 1828 en Leipzig), realizada por el compositor alemán Heinrich Marschner (1795-1861) y el libretista Wilhelm August Wohlbrück (1795-1848). Esta ópera, que rara vez se representa en la actualidad, fue muy popular en las décadas de 1830 y 1840 e incluía gran cantidad de temas fantásticos, a menudo basados en la literatura folclórica. Otras óperas fantásticas muy conocidas de esa época fueron El cazador furtivo (1821) de Carl María von Weber (1786-1826) y El Holandés Errante (1843) de Richard Wagner (1813-1883)[4]. Der Vampyr se representó en Moscú en la temporada 1831/32 y probablemente Odóievski la haya visto en el teatro.[5] En su cuento Cosmorama menciona las primeras notas de la obertura y una escena donde el vampiro mortalmente herido Lord Riutwen pide a Aubrey que lo lleve a la luz de la luna.
El libreto de Wohlbrück se basó en la fallida obra de teatro Der Vampyr, oder die todten Braut (El vampiro, o la novia difunta) escrito en 1822 por el desconocido dramaturgo Heinrich Ludwig Ritter. En ambas obras el vampiro es, ante todo, un monstruo con poca profundidad psicológica. Sin embargo, no se queda ahí, la obra de Ritter (reconocible por los nombres de los personajes principales Lord Riutwen y Aubrey) es una de las incontables adaptaciones libres de una obra mucho más conocida y, para nuestro estudio, más interesante The Vampyre de 1819 del autor británico John Polidori (1795-1821).
La novela corta The Vampyre de John Polidori/Byron
The Vampyre de Polidori es la primera novela en la que la figura del vampiro, basada en el personaje de Lord Byron, aparece como un joven aristócrata con rasgos más humanos y profundidad psicológica. El autor conocía bien a Byron porque lo acompañó al continente europeo como médico personal.[6] En Cosmorama hay dos referencias indirectas a esta novela: el nombre de la ópera y el nombre de Byron cuando el personaje principal Vladímir regresa de un viaje al extranjero a Moscú: “Me dirigí a la madrecita Moscú con la disposición de ánimo más byroniana” (Odoievski 2016, p. 295).
No sorprende que mencione a Byron aquí porque, en su primera edición de 1819, la novela fue atribuida a este autor. Polidori consideraba que su novela era simplemente la modificación y continuación de una historia inacabada de Byron sobre vampiros, conocida como The fragment, un texto que igualmente se publicó por separado en 1819 como apéndice al poema Mazeppa (Byron, 1819). En 1828, tanto la novela como el fragmento fueron traducidos 9 años después al ruso por Piotr Kireievski (1808-1856). Este libro tiene el revelador subtítulo Vampir, povest rasskazannaia Lordom Bayronom (El Vampiro, un cuento contado por Lord Byron) (Polidori, 1828)[7]. Odóievski, siempre al tanto de todas las modas su tiempo, probablemente conocía esta edición y tomó inspiración de ella para Cosmorama.
Los vampiros en Cosmorama de Odóievski
El vampiro más identificable del cuento Cosmorama es el esposo de la amante del narrador Vladímir, a quien no se le da otro nombre que “el conde”. Cuando Vladímir regresa a Moscú después de un largo viaje al extranjero (el famoso grand tour, que era una forma de turismo para los jóvenes nobles de esta época), tiene un romance con Elisa, quien resulta estar casada con el mencionado conde. Su relación con Elisa parece condenada al fracaso, pero de repente el conde se enferma, muere, y ya nada parece interponerse en el camino de su amor. Sin embargo, el marido de Elisa resucita de la muerte después de que ella y Vladímir tienen pesadillas en las que el conde anuncia su regreso. A pesar de que el enigmático Doctor Bin estaba presente, admite que el conde no había muerto, sino que había caído en un coma muy profundo (quizás el primer caso de catalepsia en la literatura rusa). A partir de este momento, Vladímir lo describe como un muerto viviente, un vampiro:
O entrecortados comentarios sobre cómo había revivido el conde, cómo se había levantado del ataúd, cómo había encontrado al llavero en las puertas de la iglesia, cómo lo había ayudado al doctor…¡Así que eso no era real! El difunto volvía para perturbar la felicidad de los vivos… (Odóievski, 2016, p. 321)
Esto se refuerza con una visita a la mencionada ópera en la que Vladímir estudia extensamente al conde que está sentado en otro palco y comienza a darle todo tipo de rasgos vampíricos. Se compara la escena en la que Lord Riutwen le pide a Aubrey que lo ponga a la luz de la luna después de que parece estar herido de muerte para volver a la vida con la «resurrección» del conde. Lo hace sutilmente insinuando una reacción nerviosa del conde:
En esa parte de la ópera en que el vampiro pide un transeúnte que lo vuelva hacia el resplandor vivificante de la luna, el conde de estremeció; clavé mis ojos en él con interés, pero tomó fríamente sus impertinentes y los paseó por el teatro; si aquello hubiera sido un recuerdo de su experiencia, una sencilla reacción física de los nervios o la voz interior de su misterioso destino, era imposible adivinarlo. (Odóievsky, 2016, p. 333)
También se menciona “el olor de una tumba”, que sigue siendo una insinuación, pero no queda claro si el conde realmente reacciona o no: “Me pareció sentir olor a tumba, pero en ese momento no fue sino una fantasía de mi imaginación” (Odoievski, 2016, p. 333). El conde también tiene algunas características externas que son sorprendentemente similares a la descripción del Lord Riutwen de Polidori, como su rostro pálido y la mirada penetrante de los ojos:
Lord Riutwen: Those who felt this sensation of awe, could not explain whence it arose: some attributed it to the dead grey eye, which, fixing upon the object’s face, did not seem to penetrate, and at one glance to pierce through to the inward workings of the heart; but fell upon the cheek with a leaden ray that weighed upon the skin it could not pass. (Polidori, 1819, p. 27-28)
El conde: Su rostro era de pálido color verdoso, y sus cabellos, rojos como la sangre, caían sueltos sobre sus hombros: sus ojos de un color terroso despedían lágrimas de fuego que atravesaban todo el cuerpo del difunto y revivían cado uno de sus miembros; jamás olvidarme la expresión de tristeza y maldad con la aquella criatura me arrojó una mirada. (Odoievski, 2016, p. 323)
Tanto Riutwen como el conde son seductores de mujeres y tienen debilidad por las apuestas: “Helo allí en compañía de mujeres: una fuerza irresistible la arrastra hacia él; el conde acaricia a una tras otra y se ríe juntos con sus monstruos” (Odóievski, 2016, p. 322). Dado que las observaciones del conde se construyen principalmente desde la perspectiva del muy subjetivo Vladímir que sufre regularmente de arrebatos emocionales, es muy difícil para el lector determinar qué sucedió realmente.
Después de que Eliza, el conde y sus hijos perecieran en un misterioso incendio, comienzan a suceder cosas extrañas. Vladímir escapa milagrosamente del fuego, pero se ve obligado a retirarse pronto al campo después de que todo el mundo lo evitara, incluso las plantas: “ temo admirar un flor, ya que esta enseguida se marchita ante mis ojos” (Odóievski 2016, p 344). Parece que Vladímir mismo se ha vuelto como un vampiro, percepción que podría invertir los roles. Si se adopta el punto de vista según el cual Vladímir es el vampiro, es posible encontrar ciertos paralelos llamativos entre la constelación de personajes de Cosmorama con la de la ópera de Heinrich Marschner. En ambas obras se identifican una víctima masculina (tanto Aubrey como el conde tratan de salvar a sus parejas) y tres femeninas:
| Vampiro: | Vladímir | Lord Ruthwen |
| Víctimas | -El conde-Elisa
-Sofia (Sonia) -La tía[8] |
-Aubrey-Malwina
-Emmy -Janthe |
La historia parece reflejada, inversa, en un espejo. No se puede descartar que el misterioso incendio y la muerte de Eliza y el conde hayan sido provocados por el propio Vladímir. Este personaje también parece tener cualidades similares a las de Lord Riutwen/Byron, como la necesidad de seducir a las mujeres y su distanciamiento de la sociedad: “Ruthven, like Byron, is a part of society but also a stranger in it. He’s cold, aloof, sexually alluring, and often violent and remorseless in the quest to fulfil his desires” (Castleton, 2020).
Cuando Vladímir llega a Moscú en medio de la historia, no es de extrañar que se le adjudique un estado de ánimo byroniano con las enigmáticas palabras de que no perdonará a ninguna mujer: “Me dirigí a la madrecita Moscú con la disposición de ánimo más byroniana y con la firme intención de no perdonar a ninguna mujer” (Odoievski, 2016, p. 295).
La relación entre Eliza y Vladímir también es notablemente fría y, según Robert Cockrell, parece basarse más en la lujuria física que en el amor real: “His [Vladímir, G.H.] affair with the Countess is equally calamitous. They are drawn together, it seems, not by love at all, but by an implacable force which saps their willpower and destroys the norms of reason and convention (Cockrell 1999, pp. 142)”. Tanto la ópera como la historia terminan mal para el Vampiro. Lord Ruthwen regresa al infierno y Vladímir vive la vida de un muerto viviente: “La puerta fatídica está abierta; yo, habitante de este mundo, pertenezco a otro en el que, a la fuerza, soy parte actuante. ¿Seré allí – es tremendo decirlo – un instrumento de castigo?” (Odoievski 2016, p. 345).
Conclusión
Debido a que la historia está escrita de manera subjetiva (la forma del cuento parece a un monólogo interior), es difícil determinar qué hechos ocurren realmente en la novela. Los vampiros descritos son principalmente producto de la imaginación de Vladímir y del lector de la historia y creemos que eso es exactamente lo que pretendía el autor, como sugiere el lema latino que acompaña al relato: Quisquid est in externo est etiam in interno (Odóievski 2016, p. 289). Adicionalmente, el título del cuento, Cosmorama, también es revelador, pues se refiere a una especie de diorama, una especie de imagen especular, en la que tanto Vladímir como el lector ven una realidad diferente a la aparente. Esta realidad incluye un vampiro, un vampiro psicológico.
Bibliografía
Byron, George Gordon, A fragment, in Mazeppa, Londres 1819, pp. 59-69 https://rb.gy/aodu9g
Odóievski, V.F.: Kosmorama, en Otechestvennie zapiski VIII, 3, Moscú 1840, https://rb.gy/pa3bcx, pp. 226-273 del pdf)
Odóievski, V.F.: Kosmorama, en Povesti i rasskazi, Moscú 1988, pp. 195-243
Odóievski, V.F.: Cosmorama (Traducción al español de Alejando Ariel González), en Cuentos Fantásticos rusos del siglo XIX, Buenos Aires 2016, pp. 289-345
Odóievski, V.F.: Muzikalno-literaturnoe nasledie, Moscú 1956 https://imwerden.de/pdf/odoevsky_muzykalno-literaturnoe_nasledie_1956__ocr.pdf
Polidori, John William, The Vampyre, Londres 1819, https://rb.gy/uijo27
Polidori, John William (traducción al ruso de Piotr Kireievski), Vampir, povest rasskazannaia Lordom Bayronom (El vampirio, cuento contado por Lord Byron), Moscú, 1828, http://lib.pushkinskijdom.ru/LinkClick.aspx?fileticket=5mTDkoMgkTg%3d&tabid=10398
Wohlbrück, W.A. Der Vampyre, Oper in 4 Aufzügen (libretto), Munich 1830 https://books.google.de/books?id=lUpRAAAAcAAJ
Audio:
Marschner, Heinrich: Der Vampyr: https://www.youtube.com/watch?v=M8JqUDEta8c&t=81s
Literatura secundaria
Beresford, Matthew: The Lord Byron / John Polidori relationship and the foundation of the early nineteenth-century literary vampire, Hatfield, 2019 https://rb.gy/mjavqw
Castleton, David, Was Lord Byron England’s 1st Vampire? John Polidori & the Birth of the Literary Bloodsucker, https://www.davidcastleton.net/byron-polidori-vampire-villa-diodati-vampyre/
Cockrell, Roger: Philosophical tale or Gothic horror story?, The strange case of V.F. Odoevskii’s the Cosmorama, in Cornwell (ed.): The Gothic Fantastic in Nineteenth-century Russian Literature, Amsterdam-Atlanta 1999, pp. 127-144
Kyuno, Yasuhiko: O poiskakh tajni dushi cheloveka, o povesti Odoevskogo “Kosmorama” (En busca del secreto del alma humana: sobre el cuento de V.F. Odóievski «Cosmorama»), en ACTA SLAVICA IAPONICA (Journal of Slavic Research Center, Hokkaido University), vol. 18, 2001, pp. 79-98. https://src-h.slav.hokudai.ac.jp/publictn/acta/18/kyuno.pdf
Pasiaeva, Tatiana Nizamovna: Kompozitsia siuzieta fantacheskoi povesti V.F. Odoievskogo “Kosmorama” (1840, en Filologicheskie nauki, Voprosy teoría i praktiki, Tambov, 2018, parte 1, p. 49-52, https://www.gramota.net/articles/issn_1997-2911_2018_1-1_12.pdf
Pasiaeva, Tatiana Nizamovna: Filosofskiy vzgliad F.F. Odoievskogo v povesti “Kosmorama”, en Vestnik Dagestanskogo gosudarstvogo universiteta, serija 2. Gumanitarnye nauki 2018, Tom 33, vyp. 4 https://cyberleninka.ru/article/n/filosoficheskiy-vzglyad-f-f-odoevskogo-v-povesti-kosmorama/pdf
Vatsuro, V.E., Epizod iz istorii russkogo baironizma (Un episodio de la historia del byronismo ruso), in “Goticheskiy roman v Rossii”, Moscú 2002, pp. 497-514 https://imwerden.de/pdf/vatsuro_gotichesky_roman_v_rossii_2002__ocr.pdf o http://lit-prosv.niv.ru/lit-prosv/vacuro-goticheskij-roman/iz-istorii-russkogo-bajronizma.htm
Notas
[1] Remitirse a Cockrell 1999, p. 128 nota 5 para ver una lista de algunos estudios. Se pueden agregar los artículos de Yasuhiko Kiuno de 2001 y Tatiana Pasiaeva de 2018.
[2] Una llamativa comparación se puede hacer con la novela Anna Karenina (1878) y más aún con la sonata de Kreutzer (1889) de Lev Tolstoi, que también causó grandes escándalos.
[3] En el cuento hay una descripción detallada de una substancia verde (Odóievski 2016, p. 330)
[4] Un aspecto relativamente desconocido del escritor E.T.A. Hoffmann es que también fue un talentoso compositor que compuso, en 1816, la ópera fantástica Undine, basada en el texto de Friedrich de la Motte Fouqué y que lamentablemente se escucha muy raras veces.
[5] En el libro con las reseñas y los artículos musicales de Odóievski solo se menciona la ópera de Marschner en la reseña de una ópera de Karl von Weber. Esta, a su vez, aparece en una lista de óperas que el crítico considera podrían interpretarse ser más a menudo, ver Odoevski 1956, p. 153. No fue posible encontrar una reseña de Der Vampyr.
[6] Matthew Beresford escribió una disertación (Beresford 2019) sobre la relación Polidori/Byron en The Vampyre y las obras de arte posteriores derivadas de ella. David Castleton escribió en su blog un ensayo sobre Byron en el que se refiere al autor como el primer vampiro inglés (Castleton 2020).
[7] También hay una traducción al ruso mucho más antigua del fragmento de Byron, del que solo se conserva el manuscrito, del escritor ruso Orest Somov (Vatsuro 2022, p. 506). Sin embargo, no se sabe si Odóievski la conocía.
[8] La tía de Vladímir, que aparece al comienzo de la historia, también puede ser considerada una víctima de Vladímir porque más o menos la atrapa en adulterio y arruina su vida.