Božena Němcová y su maestro ideal: Una introducción al relato de la gran precursora de la literatura checa

Gerard Hofman[1]

La literatura checa ha generado grandes exponentes de la literatura, como por ejemplo la obra literaria del hace poco fallecido Milan Kundera (1929-2023) y Karel Čapek (1890-1938). En la literatura checa contemporánea las obras de escritoras son cada vez más divulgadas y traducidas, como Zuzana Brabcová (1959 – 2015), Daniela Hodrová (1946-) y Radka Denemarková (1968-)[2].

Sin embargo, las escritoras del siglo XIX no son muy conocidas fuera de la República Checa y de Eslovaquia. La escritora más famosa, Božena Němcová (1820-1869) ni siquiera está mencionada en el libro Las Literaturas Checa y Eslovaca del eslavista italiano Bruno Meriggi, publicado en Argentina por Editorial Losada. Una excepción son varias colecciones de cuentos populares y su novela «La Abuela» (Babička, en checo, 1855), en la que hace una descripción idílica de una abuela por su nieta en un estilo que se sitúa entre el romanticismo y el realismo, con muchos elementos folclóricos checos. Esta última está considerada como un clásico de la literatura checa y se conocen más de 350 ediciones, habiendo sido traducida a más de 20 idiomas (Fischer 2005). La traducción al español es de 1924 y fue realizada por el hispanista checo Rudolf J. Slabý[3].

A pesar de ser un icono de la literatura checa, una de las fundadoras del «resurgimiento» checo en el XIX que buscaba la secesión de la monarquía dual austriaca, y que tuvo contacto con las figuras literarias más importantes de la época como los escritores Jan Neruda y Karel Jaromír Erben, su vida estuvo llena de adversidades. Un matrimonio infeliz con un empleado público nacionalista frustrado, problemas económicos y la temprana muerte de su hijo mayor, Hynek, a causa de la tuberculosis, le trajeron consecuencias: tras una larga enfermedad, falleció con sólo 42 años. Como consecuencia de esta vida difícil, su obra literaria es poco extensa y fragmentaria.

El Maestro

El relato[4] El Maestro (Pan učitel, en checo, 1859)» es la última obra publicada en vida de la autora y presenta similitudes con la antes mencionada novela La Abuela en cuanto a la temática de la idealización de la juventud. Aquí, desde la perspectiva de una niña llamada Betuška[5], se hace una descripción idealizada de una persona querida por ella, el maestro de Chvalín, una aldea ficticia en Bohemia. Este relato apareció por primera vez en la revista Sborník učitelský na rok 1860 (Colección del maestro para el año 1860) publicada por el seminario arzobispal. Probablemente publicó el relato en esta revista sobre todo por necesidad de dinero y no por convicción, ya que su correspondencia revela que no tenía una buena relación con la Iglesia católica[6].

La verdadera catástrofe para algunos pueblos de aquí son esos malditos jesuitas. No hacen más que idiotizar a la gente y hacerla vegetar en la pobreza, haciéndola correr como ovejas tras ellos… (Němcová, cit. en Iggers 1995, 54)[7].

En el relato “El Maestro”, sin embargo, los alumnos rezan con diligencia y respetan rigurosamente las fiestas sagradas, lo cual, como vamos a ver, tiene sentido.

El relato está dividido en tres partes. En la primera parte, el lector se enfrenta al miedo de Betuška de ir a la escuela. La escuela es un lugar donde se favorece a los ricos y los niños suelen recibir palizas y tienen que estar callados.

Conocía la escuela sólo por su reputación, por las historias que me contaban de ella los hijos de los vecinos, y estas eran tales que me daba miedo la escuela. Los compañeros de casa también contribuyeron a esto, porque en cuanto hacía algo, inmediatamente me amenazaban: «Bueno, espera, espera, ¡solo cuando llegues a la escuela te enseñarán a estar callada!». y la vieja niñera, queriendo complacerme, solía decirme: «Querida almita, no hay otra manera en el mundo, la enseñanza es una tortura, todos debemos sufrirla. ¡A mí, me pegaban como al centeno cuando iba a la escuela! (Němcová 2023)[8].

Němcová escribió en una carta dirigida a Bohuslava Čelakovská, una pedagoga de jovencitas conocida en la época, que la educación en el campo de su época era poco profesional.

¡Y la gente del campo! En un pueblo, un albañil enseña en la escuela, en otro es un ebanista que no sabe leer bien, y si quiere que los niños escriban, primero tiene que hacer que alguien se lo escriba. Uno podría derramar lágrimas de sangre… ¡Cuántos talentos!, ¡cuántas cabezas inteligentes perecerán antes de alcanzar la correcta conciencia! Muy pocos saben de historia, o han leído alguna vez un libro; vienen a mí de pueblos donde soy conocida por prestar libros y leen por la noche entre las ruecas (Němcová citada de Iggers 1995, p. 53)[9].

La escuela se describe acá como un lugar que genera miedo, en donde no se aprende nada y el cual es un infierno.

La segunda parte contrasta fuertemente con la primera. Aquí se describe el método de enseñanza del maestro de pueblo de Chvalín[10] que tiene un fuerte sesgo humanista con gran respeto por los alumnos, la familia y la comunidad del pueblo. Se hace hincapié tanto en el aprendizaje teórico como por ejemplo en la lectura, la aritmética y la escritura, como en el aprendizaje práctico para trabajar en una granja. El profesor y su entorno son retratados como ideales, no hay ningún aspecto negativo. El maestro es una “buena persona”.

Su carácter corresponde al tipo de persona buena que aparece en los cuentos de Němcová. Los rasgos individuales se ilustrarán con ejemplos del texto. La base del carácter de una buena persona es el deseo desinteresado de ayudar a los demás y ser útil en la sociedad (Zapletalová 2018, p. 32)[11]

El relato recuerda a la descripción de un santo, un sabio, un gran patriota, una hagiografía. Este culmina en la tercera y última parte. Cuando es adulta, Betuška regresa al pueblo, pero descubre que el maestro acaba de morir. Aquí se entera, por las palabras del sacerdote en el funeral, de que el maestro no lo tuvo fácil en su vida. Perdió un hijo muy pronto (al igual que la autora) y más tarde a su esposa. Además, la vida de un idealista no era fácil, tuvo que soportar muchos reveses y lo hacía vivir en la pobreza.

El maestro tenía una visión muy diferente del honor y el significado de su cargo, y prefería vivir en la pobreza, pero no degradar la dignidad de un maestro, algo en lo que Verunka[12] estaba de acuerdo con él. Eran jóvenes, se amaban, y el amor enseña paciencia, así que lo soportaron todo. Mucho más frustrante era que no pudiera poner en práctica sus ideales y actuar como deseaba. Muchos obstáculos se interpusieron en su camino, y el mayor fue la rudeza y la sinrazón de los propios padres. No pudo superarlo por sí mismo, y al no tener a nadie que le diera la razón y le ayudara, preguntó en otra parte y vino a vernos a Chvalín (Němcová 2023).[13]

Lo santo se aprecia también en la descripción de su «noble» aspecto[14] mientras yace muerto en el ataúd[15]:

El querido anciano yacía en su ataúd, como dormido, una paz dichosa se extendía sobre su hermoso rostro, que nunca habíamos visto enfadado, su pelo blanco fluyendo sobre su negra mortaja, y sus manos, que nunca habían querido castigarnos, sino sólo bendecirnos, plegadas sobre su pecho, sosteniendo una cruz (Němcová 2023).[16]

Es muy dudoso que este maestro se basara en un personaje histórico. Quizás figura nada más como una personificación de los ideales sobre educación de la propia autora, que cuando era joven se dedicó a promover la alfabetización entre la población rural, a veces con la ayuda de comunistas.[17] El maestro sigue siendo un santo, un ser abstracto, y quizá por eso, a diferencia de otros personajes, no se lo menciona por su nombre.

 Bibliografía

El texto de la traducción está basado en el original checo de:

Němcová, Božena: Povídky II. (Relatos breves): Spisy Boženy Němcové, svazek sedmý. Praha: Státní nakladatelství krásné literatury, hudby a umění, 1953

Bibliografía secundaria

Corachán Swidzinská, Irene, La presencia de las primeras traducciones de obras literarias checas en España: período 1920 – 1939, XI Jornadas de Investigación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante, Alicante 2021: enlace.

Fischer, Andrea: Bozena Nemcovas «Babička» wird 150 Jahre alt (“La Abuela” de Bozena Nemcova cumple 150 años, Radio Prague International 2005, enlace.

Iggers, Wilma Abeles: Božena Němcová en Women of Prague: Ethnic Diversity and Social Change from the Eighteenth Century to the Present, Berghahn Books, New York/Oxford 1995, Chapter 2, pp. 49-89.

Urválková, Zuzana: Die Erzählung „Pan učitel“ von Božena Němcová zwischen Texten und Kontexten (El cuento «EL Maestro» de Božena Němcová entre textos y contextos), Brünner Beiträge zur Germanistik und Nordistik 35/2021/2, Brno 2021, enlace.

Zapletalová, Jitka: Analýza vybraných povídek Boženy Němcové (Análisis de cuentos seleccionados de Božena Němcová), Bakalářská práce, Masarykova univerzita, Filozofická fakulta, Katedra české literatury a knihovnictví, Brno 2018, enlace.

Notas

[1] Esta introducción fue anteriormente presentada como ponencia en las IV Jornadas “Lengua, Cultura e Identidad” de Universidad Nacional de Quilmes el 5 de septiembre 2023,

[2] Ver número actualanterior anterior de Eslavia.

[3] Ver Corachán Swidzinská, 2021

[4] El término checo “povídka” se refiere a un género literario que se ubica entre el cuento y la novela. En español se llama novela corta o a veces noveleta.

[5] En la novela La abuela, la nieta tiene un nombre parecido, Barunka.

[6] Ver Urválková 2021, p. 42

[7] “The real catastrophe in some of these villages is that damned-to-hell Jesuitism! The Jesuits made fools of these people and impoverished them, so they can walk around like stray sheep.”

[8] “Znala jsem školu jen podle povesti, co mne o ní sousedovic deti vypravovaly, a to bylo takové, že jsem mela pred školou strach. K tomu i domácí prispívali, nebot jakmile jsem neco dokázala, hned mi vyhrožovali: «No, pockej, pockej, jen až prijdeš do školy, však oni te naucí být tichou!» a stará chuva chtíc mne potešit ríkávala: «Milá dušinko, to už jinak na svete není, ucení je mucení, to si musíme každý pretrpet. Já když chodila do školy, byla jsem bita jako žito!” (texto original en checo: Němcová 1953)

[9] “And the Country Folk! In one village a stone mason teaches school, elsewhere it is a cabinet maker who doesn’t know how to read properly, and if he wants the children to write, he has to first have someone write it out for him. One could cry bloody tears … How many talents, how many a clever head will perish before achieving the right consciousness! Very few knew know anything about history, or have ever read a book; they come to me from the villages where I am known to lend books and they read at night in spinning circles.”

[10] Nombre que hace referencia al verbo checo chválit (alabar) (Urválková 2021, p. 46).

[11] Jako idealizovaná postava nemá žádné negativní vlastnosti. Jeho charakter odpovídá typu dobrého člověka, který se v povídkové tvorbě Němcové objevuje. Jednotlivé rysy budou dokládány ukázkami z textu. Základem charakteru dobrého člověka je nesobecká snaha pomáhat druhým a být ve společnosti prospěšný:

[12] Verunka es la esposa del maestro.

[13] “Pan ucitel ale, smýšeje jinak o cti a vážnosti stavu svého, radeji trpel, než aby ji byl zadal, a Verunka s ním. Mladí byli, rádi se meli a láska ucí trpelivosti, snesli tedy všecko. Více ho trápilo, že nemohl svými náhledy prorazit a pri nejlepší vuli tak pusobit, jak by si byl prál. Z mnohých stran kladly se mu prekážky a nejvetší byla sprostnost a nerozum rodicu samých. Nemoha to sám prekonati a nemaje, kdo by s ním souhlasil a mu pomáhal, žádal jinam a dostal se k nám do Chvalína.” (texto original en checo: Němcová 1953)

[14] No solo tiene aspecto noble, sino que también proviene literalmente de una familia noble.

[15] Ver Urválková 2021, p. 45

[16] Ležel v rakvi starecek ten milý, jako by spal, blažený mír rozpoložen byl po pekné jeho tvári, kterou jsme nikdy rozhnevanou nevideli, bílé vlasy splývaly mu na cerný rubáš a ruce, které nás nikdy rády netrestaly, nýbrž jen žehnaly, složené ležely pres prsa, držíce krížek. (texto original en checo: Němcová 1953)

[17] Ver Iggers 1995, pp. 53-54.