Alekséi Porvin

Poeta, traductor y crítico literario. Nació en Leningrado en 1982. Ha publicado en las revistas Nevá, Vózduj, Nóvaya yúnost, Nosorog, Ural, Druzhba Naródov, Novy Béreg y Volga, entre otras. También en portales de internet como TextOnly y RETs. Es autor de los libros Temnotá bielá (Argo-Risk, 2009), Stijotvoreniya (Novoe Literaturnoe Obozrenie, 2011), Live by fire (traducción al inglés. Cold Hub Press, 2011), Solntse podróbnogo rebrá (San Petersburgo, Inapress, 2013), Poema obrascheniya. Poema opredeleniya (San Petersburgo, 2017), Rádost nasha Cecil (Editorial Ivan Limbax, 2023) y Pesnya o bratyaj (NLO, 2024). Su poesía ha sido traducida al inglés, al alemán, al italiano, al finlandés, al checo, al francés y al chino. Ha sido publicado en antologías en el extranjero. Obtuvo el premio Debut en el año 2012 en la categoría de poesía, su nombre estuvo incluido en la shortlist del premio Andréi Biely en los años 2011, 2014 y 2024, también dentro de la categoría de poesía, así como en la shortlist del premio Bella a la mejor poesía en el año 2013. En 2025 ganó el premio Andréi Biely en la categoría de poesía. La siguiente selección proviene de su libro Rádost nasha Cecil y la traducción es de Indira Díaz.

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Expulsada más allá de los límites de la ciudad, maldecida, golpeada con una vara de bambú, sensaciones que no se ajustan a la norma: ¿acaso Cecil fue partícipe de esa mirada que de pronto se aclaró en la frontera?
Una competencia interminable: la respuesta corporal en la que todos desean medirse
O, más bien, aquellos entrenados para desear, como leer – primero por sílabas,
luego a través de las constelaciones de las vibraciones bucales – acaso es eso lo que envidian
todos aquellos que no han sido atrapados bajo el haz del reflector, todos los que no han echado raíces en su microesquema
¿Cuáles son los gestos dispersos en el tiempo distante, semejantes a los movimientos de un labrador que deja caer gotas de sudor mientras contempla?
Con inmensa gratitud el edificio de la escuela se levanta en el aire
La voz de los de abajo se escucha incesantemente
*
Un discurso, dentro de un discurso, como una pistola en una funda, ha respondido a la ligereza de su propio cuerpo, listo para la ráfaga
Bajo la luz cruzada, bajo el tiempo que toca al hombre con su lado áspero, bajo el que comenzó la historia sobre el mundo
“con la luz creadora la sangre limpia surgió como un silencio, 
y creyeron que la parte piadosa del corazón no sabe a qué aferrarse todavía,
qué objeto manchar con el triste engrudo casero…”
el comandante parecía absorto en sí mismo, como una hoja de té en agua hirviendo,
y una turbia bebida, destinada a despertar a aquel que no presta atención:
no en vano el comandante tenía fama de valiente y llevaba estrellas ardientes que, sobre sus hombros, respondían a las preguntas de Cecil
*
Un árbol antiguo se sacude los pegajosos coágulos que caen directo sobre una multitud de insectos
Los que esquivan escriben memorias sobre el encuentro con lo sublime
En la venta de matrioshkas lidera una canción militar – de ella
Salen generaciones que cargan la percepción del mundo como un tronco de longitud
inconcebible: se erigen grandes muros, un ratón ciego afila el diente,
está harto de sollozar todas las noches, tosiendo el polvo de la biblioteca
las ciudades que crecen tras las huellas de Cecil están rodeadas de campos de fuerza,
no hay un ciudadano perdido, sólo un pasaporte deshecho en el polvo
puede servir para cubrir la herida ardiente de la indiferencia general.